Limpiando y nutriendo nuestro intestino Detoxificación Holistica. Parte II

En el número anterior abordamos el tema de la desintoxicación del organismo con énfasis en la desintoxicación hepática. Aprendimos sobre el proceso de detoxificación y eliminación de fase I y de fase II a nivel de hígado y los diferentes nutrientes, anti oxidantes, enzimas o fitoquímicos que pudiesen ayudar en el proceso de conversión y eliminación de substancias tóxicas. Igualmente abordamos este mismo tema desde el punto de la medicina tradicional china. Ahora vamos a conocer un poco nuestro intestino; el delgado, el grueso o colon y los habitantes que allí fijaron su residencia, su trabajo y su familia. La Microbiota Intestinal.
DIGESTION INTESTINAL
Luego de ser mezclados y sometidos a un proceso de digestión bastante fuerte en el estómago, los alimentos pasan a un tubo de aproximadamente 6 mts de longitud cuya función fundamental es continuar el proceso digestivo y la absorción de nutrientes, allí los alimentos sufren una serie de transformaciones para hacerlos asimilables y logren pasar a través de las vellosidades intestinales al sistema sanguíneo, de allí al hígado y seguidamente distribuidos a todas las células del organismo.
Seguidamente se encuentra el colon, de una longitud de 1.5 mts cuya función fundamental es la de exprimir y transformar los alimentos que vienen del intestino delgado en heces, por la acción de nuestra microbiota intestinal, almacenarlas hasta su expulsión, regular el equilibrio de los líquidos y absorber ciertas vitaminas.
Nuestro intestino realiza una serie de movimientos de contracción y relajación llamado peristaltismo para favorecer el tránsito de los alimentos. Si dicho movimiento no se realiza correctamente, los alimentos no digeridos totalmente pasaran muy rápido o permanecerán más tiempo del adecuado en el intestino. En ambos casos, los problemas no se hacen esperar, estreñimiento, diarrea, gases, distención, etc.
Esto es lo que hasta ahora hemos aprendido en las escuelas sobre el intestino, el delgado y el grueso. Ahora bien, vamos a aprender un poco acerca de las nuevas investigaciones, funciones intestinales y de sus habitantes que no conocíamos. Para ello tenemos que ver varios conceptos y que tiene esto que ver con la desintoxicación.
Síndrome de intestino permeable o perforado:

Es la condición que ocurre cuando se desarrollan espacios entre las células intestinales (enterocitos) que conforman la membrana que recubre la pared intestinal.
Estos pequeños espacios permiten que las sustancies como los alimentos no digeridos, desperdicios metabólicos, tóxicos, metales y bacterias, que debieron quedar en el tracto digestivo, escapen y penetren a nuestra sangre y de allí al cuerpo entero provocando una serie de síntomas y signos, entre ellos la inflamación sistémica, problemas inmunológicos, metabólicos y hasta psicológicos. Este proceso del colon permeable se ve favorecido con:
Los tóxicos que vienen con los alimentos (nitratos y nitritos agregados a las carnes curadas, embutidos, salami, jamón, salchichas, el bromato de potasio agregado al pan como fortificante, el butilhidroxianisol –BHA agregado a las papas fritas y otras frituras como conservante, o el butilhidroxitolueno –BHT, colorantes, fosfatos, aluminio), son solo algunos de los tantos químicos agregados a la comida y que consumimos a diario. A esto debemos de sumar los pesticidas añadidos a vegetales y frutas. En la octava edición de su “Guía de pesticidas en alimentos”, la organización Environmental Working Group (EWG) incluye información actualizada de 45 frutas y verduras que consumimos de manera cotidiana, y de la cantidad de pesticidas que estas contienen. Entre las más contaminadas encontramos: la manzana, el apio, los pimientos, durazno, fresas, uvas, espinaca, lechugas, pepino, entre otros. Por supuesto, no estoy diciendo que dejen de consumirlos, debemos prestar atención a estos vegetales y frutas y consumirlos de preferencia “orgánicos” para así disminuir la carga de tóxicos. También se sugiere lavar muy bien los vegetales y frutas, con ello eliminamos un porcentaje de estos químicos.
Es importante limitar el consumo de alimentos pro inflamatorios como:
El gluten: Algunas personas son sensibles al gluten y esto se debe a que la gliadina, una proteína encontrada en el gluten de trigo aumenta la producción de la proteína intestinal zonulina, que a su vez abre espacios en las uniones normalmente estrechas entre las células intestinales (enterocitos), provocando síndrome de intestino poroso o permeable, dejando pasar sustancias no deseadas a la sangre, provocando una reacción inmunológica bastante fuerte. (2)
El azúcar refinado o altamente procesado: El azúcar, así como la gran cantidad de azúcares sencillos, sirope de maíz, sirope de fructosa, etc encontrados en los alimentos, cereales, salsas, galletas, dulces, etc puede alterar el equilibrio de las bacterias en su tracto digestivo, favoreciendo el daño a la mucosa intestinal que puede conducir a la permeabilidad intestinal.
El alcohol, desgasta el revestimiento que protege la pared intestinal, expone la pared intestinal a daños por parte del material no digerido y toxinas en el intestino. (3,4)
Otras causas pueden ser la poca masticación de los alimentos o deficiencia de enzimas o de ácido estomacal. Cuando esto sucede, los alimentos mal digeridos se fermentan y se pudren causando gases y tóxicos. Igualmente ciertos fármacos como los anti inflamatorios no esteroideos o los antibióticos, alteran la mucosa intestinal y la microbiota intestinal, dando por resultado hipersensibilidad, inflamación de la mucosa intestinal y disbiosis a nivel de la microbiota intestinal. Una dieta pobre en fibras reduce el tránsito intestinal promoviendo una disbiosis (alteración de la microbiota intestinal), aumento de las bacterias “malas”, liberación de neurotoxinas y por consiguiente daño a nivel de las células intestinales.
MICROBIOTA INTESTINAL – UN ORGANO DESCONOCIDO

Este es un tema fascinante, el cual abordaremos con más profundidad en nuestros próximos números. Por lo pronto vamos a conocerlos muy someramente. Se trata de una población de aproximadamente 100 billones de bacterias que componen esta gran comunidad y que desempeña 2 funciones vitales: ayudan a regular el suministro de energía y nos protegen de “intrusos” (virus y bacterias que generan enfermedades). 70% de nuestras células inmunes y más de 100 millones de neuronas conectadas con el cerebro viven en nuestro intestino, por eso se le llama al intestino “nuestro segundo cerebro”. Esta gran comunidad de bacterias intestinales incluye, como mínimo, 1.000 tipos de bacterias diferentes, de 1,5 a 2kg de peso. También comprende más de 3,3 millones de genes, lo que supone 150 veces más que en el genoma humano. Entonces somos más bacterias que humanos !!.
Debemos de cuidar, alimentar y ayudar a eliminar desechos de nuestras buenas bacterias intestinales para así mantener la salud de todo el organismo. Si no las cuidamos, las alimentamos con químicos, azúcares, alcohol, dieta baja en fibra y nada de alimentos probióticos y prebióticos, nuestras buenas bacterias enfermaran y morirán, dando paso a bacterias ultra resistentes como los son las “malas” bacterias intestinales. Estas bacterias “malas” producen neurotoxinas que nos enferman, causas diversas reacciones metabólicas, inmunológicas y hasta psicológicas…. Recordemos, están viviendo en nuestro segundo cerebro.
PROBIÓTICOS
Según la FAO/OMS, los probióticos son microorganismos vivos que tienen un efecto beneficioso para nuestra salud cuando se consumen en cantidades adecuadas. Entre sus funciones encontramos: pueden afectar positivamente la función inmune, ayudan a la microbiota intestinal, nutriendolas y frenando la proliferación de bacterias nocivas, y desempeñan múltiples funciones, hasta ahora muchas en fase de estudio y descubrimiento.
LIMPIA, NUTRE Y REPARA EL COLON
El 75% de la población tiene deficiencia de magnesio (6). La mejor manera de saber si está recibiendo suficiente magnesio es la" prueba del intestino". Identificara si está tomando demasiado magnesio si sus heces son acuosas y si falta magnesio notará dificultad en las evacuaciones. Esto se debe a que el magnesio interviene en el peristaltismo intestinal. El magnesio a menudo es principalmente considerado como un mineral para el corazón y los huesos, pero esto es engañoso. Los investigadores han detectado 3,751 sitios que se unen al magnesio en las proteínas humanas, lo que indica que su papel en la salud humana y la enfermedad pudo haber sido enormemente subestimado (7)
El magnesio incluso puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer y un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition mostró que un consumo elevado de magnesio alimentario se co relacionó a un menor riesgo de tumores colorrectales (8)
Una forma de aumentar sus niveles de magnesio, así como muchos otros nutrientes de origen vegetal, es con el jugo verde. Tomar jugo de vegetales verdes nos aporta una buena cantidad de magnesio. También lo podemos tomar en suplemento, 500 mg al día.
Otro nutriente excelente para el colon es la pectina, un tipo de fibra encontrada en las paredes celulares de las plantas y que ahora la podemos encontrar como suplemento. La pectina limpia suavemente el colon y ayuda a eliminar metales tóxicos (9), nutre las buenas bacterias intestinales, su digestión produce ácidos grasos que nutren a las células del colon y ayuda al control del colesterol (10)
Otro suplemento de gran ayuda para limpiar el colon es la arcilla bentonita, la cual tiene una alta carga iónica negativa que atrae tóxicos eliminándolos con las heces a la vez de regularizar el movimiento intestinal y permitir la revitalización del tejido del colon.
SUPER ALIMENTOS PARA NUESTRAS “BUENAS BACTERIAS”
Nuestras buenas bacterias deben de ser alimentadas, ellas no comen cualquier cosa y la comida chatarra las enferma. Las hortalizas fermentadas como el chucrut y el kimchi son excelentes para proporcionar a su microbioma intestinal algunos probióticos beneficiosos.
El Kefir, bebida láctea fermentada rica en el beneficioso probiótico Lactobacillus acidophilus, han demostrado que nutre muy bien a nuestras buenas bacterias intestinales, favoreciendo su trabajo de salud del colon.

El aceite de coco: rico en grasas esenciales (ácido laurico), antimicrobiano, nutre el intestino mientras mantiene alejados a las “malas” bacterias y hasta células cancerígenas (4)
Añadir nutrientes y especies tales como la glutamina y la curcumina a la dieta diaria también puede fomentar un ambiente intestinal más saludable reduciendo el enrojecimiento y el estrés oxidativo que contribuye a la ruptura de las uniones celulares. (5). Igualmente la curcumina actúa como anti inflamatorio, hepato protector y ayuda a expulsas gases.
Yogurt: Producto lácteo obtenido mediante la fermentación bacteriana de la leche. Es importante a la hora de adquirir un yogurt, verificar que no contenga azúcar, ni fructosa, frutas, jarabe, cereales, gelatina, colorantes o químicos ya que podría destruir a las buenas bacterias o simplemente neutralizar su efecto benéfico. El yogurt aporta probióticos que nutren y aportan salud a nuestro microbioma intestinal.
El uso de probióticos en forma de cápsulas resulta muy útil para nutrir y fortalecer a nuestras buenas bacterias, debemos elegir aquellos que ofrezcan gran variedad de cepas como: Lactobacillus rhamnosus, Bifidobacterium bifidum, L. acidophilus, L. brevis, L. bulgaricus, L. plantarum, Streptococcus thermophilus, B. infantis, B. longum, L. casei y L. salivarius. Igualmente debemos verificar las unidades formadoras de colonia o CFU en inglés. Un buen suplemento probiótico es aquel que aporta más de 15 billones de CFU. Igualmente se recomienda nutrir a nuestras buenas bacterias con vegetales y frutas ricas en fructooligosacaridos (FOS), alcachofa, espárragos, cebolla, ajo, lechuga, etc.
No olvide incluir en su dieta frutas y vegetales, tomar abundante cantidad de agua, incorporar alimentos ricos en fibra y disminuir alimentos procesados, ricos en calorías pero carentes de nutrientes fundamentales para nuestro colon y para nuestro cuerpo en general.
Actividad física y salud del colon
Realizar cada semana 150 minutos de una actividad física moderada puede reducir el riesgo de padecer cáncer de mama o de colon, según a las nuevas recomendaciones mundiales sobre actividad física y salud que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado. Es importante incorporar la actividad física a nuestra rutina diaria ya que mejora los movimientos intestinales, nos ayuda a controlar el peso a la vez que fortalece nuestros músculos, huesos y corazón.
Fuente:
1.- Environmental Working Group. http://www.ewg.org/about-us
2.- Gliadin causes intestinal permeability in both celiac and non-celiac intestinal mucosa. Scand J Gastroenterol. 2006 Apr;41(4):408-19. PMID: 16635908
3.- Cubero FJ, Nieto N. Kupffer cells and alcoholic liver disease. Rev Esp Enferm Dig. 2006 Jun;98(6):460-72.
4.- Induction of Apoptosis by the Medium-Chain Length Fatty Acid Lauric Acid in Colon Cancer Cells due to Induction of Oxidative Stress. Chemotherapy 2013;59:214-224
5.- Tang Y, Banan A, Forsyth CB, Fields JZ, Lau CK, Zhang LJ, Keshavarzian A. Effect of alcohol on miR-212 expression in intestinal epithelial cells and its potential role in alcoholic liver disease. Alcohol Clin Exp Res. 2008 Feb;32(2):355-64. Epub 2007 Dec 21.
6.- CNN December 31, 2014
7.- Greenmedinfo.com December 5, 2012
8.- Magnesium intake and colorectal tumor risk: a case-control study and meta-analysis. The American Journal of Clinical Nutrition September 2012
9.- Eliaz I, Rode D. The effect of modified citrus pectin on the urinary excretion of toxic elements. Paper presented at: Fifth Annual Conference of Environmental Health Scientists: Nutritional Toxicology and Metabolomics; August 25, 2003; University of California-Davis
10.- Fernandez ML, Sun DM, Tosca MA, McNamara DJ. Citrus pectin and cholesterol interact to regulate hepatic cholesterol homeostasis and lipoprotein metabolism: a dose-response study in guinea pigs. Am J Clin Nutr. 1994 Apr;59(4):869-78